martes, 1 de diciembre de 2009

En Defensa de la Intolerancia

INTRODUCCIÓN:

En esta ocasión el texto a estudiar es el denominado, “En defensa de la intolerancia” del escritor Slavoj Žižek, en el cual podemos observar cómo en los anteriores texto que se han analizado, una dura critica al modo de vida actual.

Lo diferente que se puede apreciar en esta ocasión es la perspectiva desde donde se desarrolla la temática del ensayo, que en este caso es referente al multiculturalismo, que se genero después de la instauración del nuevo régimen en la forma de gobierno y en la forma de vida, que tiene como nombre capitalismo global, el cual pretendía unir lo mejor de dos formas ideologías completamente distintas, el capitalismo y el comunismo, donde por el nombre de la recién creada predomina considerablemente el capitalismo, pero que se esperaba mucho más del nuevo capitalismo global, por parte de los dos bandos, donde ahora el principio fundamental es el multiculturalismo que se ha originado, y el cual ha hecho que la tolerancia a los nuevos aspectos en nuestras culturas que fueron reconstruidas gracias al capitalismo global, ya no sea una tolerancia sana por así decirlo, ya que en vez de que sea una verdadera tolerancia, se esta llevando acabo un forma de aceptación a un régimen impuesto por los lideres mundiales, donde los únicos beneficiados son ellos.

Es aquí donde las palabras de Slavoj Žižek deberán retumban en nuestra conciencia buscando producir un cambio, que aunque sea mínimo, será muy bien visto por parte de la propuesta que se da, donde su fin es buscar la “defensa de una renovada politización de la economía”.[1] Al igual se nos invita a dejar de seguir practicando la falsa tolerancia, y mejor realizar una intolerancia, para de esta forma podamos generar un movimiento social contra este nuevo capitalismo global, que apareció justo cuando el occidente y el oriente tuvieron su reencuentro después de la famosa “Guerra Fría”.

DESARROLLO:

Se puede pensar que nuestra sociedad esta dividida en diferentes clases, eso lo podría observar una persona cuyo punto de vista a sido ya victima del bombardeo de los medios informativos, que más que informativos son todo lo contrario a su lote, ya que las noticias que verdaderamente contiene alguna información de autentica importancia para nuestra situación social a la que nos enfrentamos continuamente, muy rara vez son publicadas, debido a la represión que se presenta por parte de los que se pueden llamar manejadores del mundo, ya que cuando surge a la luz una noticia con un verdadero peso, al poco tiempo es olvidada por parte del medio quien tuvo el valor para difundirla.

El autor nos hace mención de la existencia de solo tres clases, las cuales son la derecha, la izquierda y la media, en la cual la media, es donde existe un espacio neutral entre las otras dos clases, ahí se pude observar que es “la única que mediante su autopercepción “subjetiva”, se concibe y representa explícitamente como tal”[2], ya que esa “no clase” de los estratos intermedios, donde se encuentran aquellas personas que presumen de laboriosos, o que dicen tener fuertes principios morales y religiosos, y que sobre todo se opone a los dos extremos del espacio social, a las grandes trasnacionales sin patria ni raíces, que como se explica, estas empresas han dejando de realizar una diferenciación, entre sus países de origen, y hacia donde son su destino, sino que ahora han adoptado las tradiciones y cultura de cada destino, para así mezclar su raíces de origen con las de sus diversos destinos, provocando con ello ya no una empresa nacionalista con fines expansionistas, sino una empresa mundial. El otro extremo está conformado con personas excluidas de las grandes esferas sociales, y normalmente empobrecidas, las cuales no tienen un lugar fijo en la sociedad, y que constantemente piden ser escuchadas ante los gobernantes.

“Lo que con nos lleva a decir que la clase media basa su identidad en el rechazo a estos dos extremos que de contraponerse directamente, representarían el antagonismo de clase en su forma pura. La falsedad constitutiva de esta idea de la clase media es, por tanto, semejante a aquella de la “justa línea del Partido” que el estalinismo trazaba entre las “desviaciones de izquierda” y las “desviaciones de derecha”: la “clase media”, en su existencia “real”, es la falsedad encarnada, el rechazo del antagonismo. En términos psicoanalíticos, es un fetiche: la imposible intersección de la derecha, y de la izquierda que, al rechazar los dos polos del antagonismo, en cuanto posiciones “extremas” y antisociales, se puede representar como el terreno común y neutral de la Sociedad”[3]

Pero este extremo de las clases, la izquierda, es quienes se postularon como los representantes de la sociedad, convirtiendo esto en una “Universalidad (“nosotros, la ‘nada’ que no cuenta en el orden social, somos el pueblo y Todos juntos nos oponemos a aquellos que solo defienden sus propios intereses y privilegios”)”[4]; tal como lo expresaban los alemanes orientales que se manifestaban contra la Republica Democrática Alemana (RDA): “¡Nosotros somos El pueblo!, (“Wir sind das Volk!”)”[5], aquí se podía observar como los excluidos verdaderamente se convertían en el representante del pueblo, generando un acto de verdadera politización pura; pero no todo lo bueno dura para toda la vida y como bien es conocido ese lema con tanto sentido político-social, que en verdad mostraba la necesidad de un pueblo, fue modificado muy pequeñamente en sus palabras pero de una manera enorme en su significado, tal lema era el siguiente, “Nosotros somos Un pueblo, (“Wir sind ein Volk!”)”[6], de esta forma podemos ver claramente como se establece la unión de los alemanes, y queda en manifiesto el nuevo orden capitalista de la Alemania Occidental.

Así como este ejemplo, han sucedido cientos de otros a lo largo y ancho del planeta, reflejando con esto el significado del conflicto político, “el cual designa una tensión entre el cuerpo social estructurado, en el que cada parte tiene su sitio, y la “parte sin parte”, que desajusta ese orden en nombre de un vacío principio de universalidad[7]. La verdadera política, por tanto, trae siempre consigo una acción de rechazo entre el Universal y el Particular”[8].

Con lo anterior podemos decir que “la política y la democracia son sinónimos, debido a que su objetivo principal es y siempre ha sido la despolitización, es decir, la exigencia innegociable de que las cosas “vuelvan a la normalidad”, que cada cual ocupe su lugar. La verdadera lucha política, como lo dice Rancière contrastando a Habermas, no consiste en una discusión racional entre intereses múltiples, sino que es la lucha paralela por conseguir hacer oír la propia voz y que sea reconocida como la voz de un interlocutor legítimo, su derecho fundamental es ser escuchados y reconocidos como iguales en la discusión”[9]

La política que en la actualidad es ocupado en los diferentes parlamentos del mundo es la denominada post-política, en la cual “el conflicto entre las visiones ideológicas globales, encarnadas por los distintos partidos que compiten por el poder, queda sustituido por la colaboración entre los tecnócratas ilustrados y los liberales multiculturalistas: mediante la negociación de los intereses se alcanza un acuerdo que adquiere la forma del consenso más o menos universal”[10]

Con lo anterior podemos ver como las ideas establecidas por Jügern Habermas, en su texto, Ciencia y Técnica como <>, que nos hace mención acerca de una sociedad donde, que por más que se encuentre a unos pasos de lograr esa utópica sociedad que han imaginado cientos de personas al acontecer de la Historia de la humanidad, vemos que sus palabras son muy claras al citar, “una burocracia planificadora que funcione bien (y el control científico de la producción de bienes y servicios) no es todavía una condición suficiente para la realización, en el goce y en la libertad de una sociedad emancipada, de las fuerzas productivas materiales e ideales en común”[11], con lo anterior se le da la razón a Jügern Habermas de lo que ahora sucede en la vida política del planeta, ya que según las ideas propuestas por Karl Marx, donde “crítica la composición de la producción capitalista en forma de un poder que se ha autonomizado frente a la libertad productora, frente a los productores mismos”[12], dejaron de ser validas hace algún tiempo debido a la propia curiosidad humana de siempre ver más allá de sus límites.

Con lo anterior podemos ver que la nueva post-política, no solo es exclusiva de algunos licenciados en leyes, y demás carreras a fines, sino que gracias a este capitalismo global, la puerta de la política a sido abierta hacia esos estudiosos donde su campo de acción no eran precisamente las humanidades, sino que son muchas otras ramas de las ciencias, pero como miembros de una sociedad, pueden buscar, el objetivo fundamental de las clases, el cual es el ser escuchados, como ya se había mencionado en los anteriores párrafos, convirtiendo así en obsoletas las antiguas “divisiones políticas “ideológicas”, el término “radical” estaba reservado o a la extrema izquierda o la extrema derecha. El centro de esta forma se convertía por definición en moderado, conforme a los mejores criterios”[13]. Ya que ahora no solo la clase izquierda es quien quiere ser escuchado, sino que ahora por motivo a la globalización y a la cada vez mayor crecimiento de la derecha, y el estancamiento del centro y de la izquierda, ahora de igual forma ese punto neutral que algún día existió, como lo mencionaba Karl Marx, ahora ya no es ningún participante neutral, en este juego que se llama “política”[14], debido a la recesión por parte de esta no-clase, los ahora obreros calificados, como lo suelen ser los ingenieros entre otras vocaciones referentes a las ciencias exactas, sienten la necesidades de ser participes en esta democracia, para poder así velar por los intereses de los miembros de sus clases.

Cuando se ejecuta lo anterior, se puede observar lo que menciona Peter Sloterdijk en su ensayo bajo el nombre de “El desprecio de las masas”, donde se percibe una competición entre los integrantes de las masas, logrando de esta manera que sus integrantes, no caigan en una confortación sin termino, en consecuencia de que como integrantes de masas, todos ellos poseen las mismas características, en razón de que no existen diferencias debido a la idea que se plantea en el texto que menciona, “La cultura de masas presupone el fracaso de todo intento de hacer de uno alguien interesante, lo que significa hacerse mejor que los otros. Y esto lo hace de manera legítima, habida cuenta de que su dogma determina que sólo nos podemos distinguir de los demás bajo la condición de que nuestros modos de distinguirnos no supongan ninguna distinción real”[15].

Lo anterior presupone una idea escalofriante debido a que de esta forma entonces nada de lo que realicemos lo hacemos por conseguir un fin, y un logro para nosotros, pudiendo interpretar de una manera muy burda, que somos parte de un juego, cuyo integrante es un niño descabellado que nos convierte en sus figuras de acción, en lo que por lo tanto hace que nuestras acciones que pensamos, las hacemos por nuestro libre albedrío, en realidad es el acto reflejo de obediencia de nuestra parte hacia el niño, que solo seguimos sus ordenes, para que de esta forma su escenario de juego llegue al mejor fin, ese escenario puede ser interpretado como a la masa que pertenecemos; donde según Peter Sloterdijk menciona el significado de masas, como, “Ser masas significa distinguirse sin hacer distinción alguna”[16].
Con respecto al tema de universalidad que habíamos manejado anteriormente; Balibar a propuesto que la estructura de la universalidad se divide en tres niveles, los cuales son el Real, lo Imaginario y finalmente lo Simbólico, ahora la interpretación de cada nivel esta dado de forma que al final conyuguen en un sentido reciproco. El problema es que esto nunca sucede debido a que el límite que presentan estas tres universalidades nunca es estable ni fijo.

Partiendo de las siguientes descripciones de cada una de las universalidades se puede entender por que su estado nunca es estable ni fijo; la universalidad “real” consiste en el proceso de globalización que actualmente se manifiesta en nuestras vidas diarias; la universalidad “imaginaria o ideológica” es aquella en la que comunidades “imaginarias” como la Iglesia o el Estado, nos hacen participe de su propia ideología sin estar de acuerdo con ella completamente, por ultimo se encuentra la universalidad “Simbólica o de un ideal” en la cuál se ve como la representación constate de las diferentes formas de pensamiento de cada ser humano, los cuales, en la mayoría de las ocasiones están contra el régimen actual, por lo que estos libres pensamientos siempre quedaran en la mente de la sociedad.

Ya dadas las definiciones podemos apreciar que la universalidad real, de la actual globalización, mediante el mercado tiene su propia ficción hegemónica, viéndolo reflejado en el respeto y defensa de los derechos humanos y la democracia, y como lo antes mencionado la tolerancia multicultural. Para ejemplificar lo antes mencionado, se puede invitar a la reflexión de cómo nuestro país de origen entro en esto llamado como globalización, para que con ello nuestra nación fuera “moderna”, que en realidad se podría decir que es una “comunidad imaginaria” debido al “proceso de represión a menudo de manera cruenta de las formas autenticas de los estilos de vida locales y/o su reinserción en una nueva “tradición inventada” omnicomprensiva”[17].

Con lo anterior podemos ver que esa “tradición nacional” que despilfarramos con el mínimo estremecer, por la necesidad de identificarnos con nuestras “raíces”, en algunos casos puede ser completamente una falacia, ya que esa “tradición nacional” que tan orgullosamente presumimos, se nos fue implantada, borrando la autentica tradición de nuestra tierra, en los peores casos, claro está; ¿Pero entonces con que nos estamos identificando, si ya no es, a ese sentido de pertenencia a nuestra patria?, la respuesta es, a una serie de factores impuestos por las ahora llamadas empresas mundiales que anteriormente ya se han tratado en este ensayo, y todo responde a un solo movimiento el cuál es, el de la post-política que se vive actualmente bajo el disfraz del capitalismo global o mejor aun ante la globalización.

En muchas ocasiones por el “beneficio para el progreso del nuevo Estado-Nación creado a partir de la llamada Nación moderna, es muy recomendable, olvidar las verdaderas tradiciones de esa comunidad, debido a las atroces que pudieran ser, y con ello causar un desagrado, en el modelo impuesto por el conjunto de Estado-Nación, es aquí donde entra la tolerancia al multiculturalismo, ya que como se pretende seguir un molde en cuanto a lo que se debe de buscar como tradición de una nación, para que no existan actos que en vez de juntar a los Estado-Nación los separe, que es, ese el objetivo de la globalización, romper las fronteras establecidas por las tradiciones de cada uno de estos Estados-Nación, ya no mediante guerras, o boicots, sino mediante la colonización de estos sitios, por parte de empresas globales, así reduciendo cuantificablemente el número de deserciones ocasionadas por las armas, y además teniendo un ingreso monetario mucho mayor que el que se tuviera con una guerra militar.

Logrando así, quedar “lejos de ser una unidad “natural” de la vida social, un marco estabilizado, una suerte de entelequia aristotélica en la que desembocan todos los procesos históricos, la forma universal del Estado-Nación constituye más bien un equilibrio precario, provisional, entre la relación con una determinada Cosa étnica y la función potencialmente universal del mercado”[18]

Se ha mencionado a lo largo el texto el multiculturalismo, por lo que se dará un sentido más nato del concepto; “el multiculturalismo es una forma inconfesada, invertida, auto-referencial de racismo, un “racismo que mantiene las distancias”: “respeta“la identidad del Otro, lo concibe como una comunidad “auténtica” y cerrada en si misma respecto de la cuál él, el multiculturalista, mantiene una distancia asentada sobre el privilegio de su posición universal”[19]

Con lo descrito anteriormente, se puede notar de manera sencilla, por que el bombardeo de empresas mundiales, genera en el receptor un sentimiento de necesidad de su productos para poder sobrevivir, preguntándonos ¿el por qué? de las empresas con mayor renombre suelan aparecer en obras benéficas en los países más necesitados, bien lo decía el titulo de un capitulo del libro En defensa de la intolerancia, ¿Por qué las ideas dominantes, no son las ideas de los dominantes?, donde se responde de la siguiente forma: “La hegemonía ideológica, por consiguiente, no es tanto el que un contenido particular venga a colmar el vació del universal, como que la forma misma de la universalidad ideológica recoja el conflicto entre (al menos) dos contenidos particulares: el “popular”, que expresa los anhelos íntimos de la mayoría dominada, y el específico, que expresa los intereses de las fuerzas dominantes”[20].

Es por ello que como lo menciona Peter Sloterdijk en El desprecio de las masas, “”El proyecto de la Modernidad” es una de las empresas más sorprendentes que han podido observarse a lo largo de la Historia de la humanidad”[21]

CONCLUSIÓN:

Lo descrito anteriormente en el ensayo, surge con la necesidad de abrir la posibilidad de volverse intolerantes con el multiculturalismo, pero lo anterior solo es aplicable a una “democracia”[22], descrita de la manera en que se hizo, pero dicha democracia, no precisamente es en la que nos encontramos hoy por hoy, ya que según las ideas expresadas por Yuren Camarena, Ma. Teresa en su ensayo Educación centrada en valores y dignidad humana, le pone un valor a la democracia, el cual me gustaría compartirlo con usted lector, dicho texto es el siguiente; “El valor no es una unidad absoluta y ahistórica, puesto que se da en una situación temporal, concreta y singular a la que denominaremos “situación axiológica”. Así por ejemplo, una sociedad no es democrática de por sí, sino en relación con las preferencias de sujetos que relacionan esa cualidad con la posibilidad de realizar su libertad de ciertas maneras específicas, en un momento histórico determinado”[23].

Con lo anterior podemos observar como ese significado de multiculturalismo se derrumba debido a que la democracia la hacemos nosotros los sujetos que en este momento conforman a la sociedad, por lo que sencillamente todas las definiciones expresadas en el ensayo se quedan sin fundamentos, en mi opinión.

Pero que pasaría si la democracia que se es necesaria, para aplicar las ideas expresadas por parte de Slavoj Žižek, existiera en la actualidad; se llegaría a la siguiente conclusión, “el problema del imperante multiculturalismo radica en que proporciona la forma (la coexistencia híbrida de distintos mundos de vida cultural) que su contrario (la contundente presencia del capitalismo en cuanto sistema mundial global) asume para manifestarse: el multiculturalismo es la demostración de la homogeneización sin precedentes del mundo actual. Puesto que el horizonte de la imaginación social ya no permite cultivar la idea de una futura superación del capitalismo, ya que, por así decir, todos aceptamos tácitamente que el capitalismo está aquí para quedarse”[24].

Las últimas líneas me hacen recordar como Peter Sloterdijk en “El desprecio de las masas” nos refiere a lo siguiente, “la transmutación de todos los valores como transformación de toda diferencia vertical en diferencia horizontal”[25] es la esencia de este movimiento de la cultura de masas, quedando como reflexión que la mayoría de los humanos, vivimos de una forma horizontal y que son pocos los que logran ver más allá de ese horizonte, logrando de esta forma percibir un verticalismo.

Siendo esto lo mismo que sucede con el capitalismo, que debido a nuestra falta de “imaginación” y a la gran ayuda que recibimos por parte de los medios de información y entretenimiento, nuestra visión se volvió horizontal donde lo único que observamos es el capitalismo y es aceptado por ende, pero esperemos que como en toda masa que a existido a lo largo de la historia, aparezca una excepción la cual sea capaz de modificar esta visión horizontal a una vertical, para así cambiar este nuevo régimen que a un no tiene mucho tiempo de entrar en función.

Un ejemplo de las culturas hibridas a las cuales me refiero, pueden ser, nuestros connacionales que habitan ya sea en la frontera o dentro los Estados Unidos, como inmigrantes, estudiantes, trabajadores, etc., la cultura que ellos han adoptado es una cultura hibrida debido a que esta, ya sea por gusto o por obligación de estar en un territorio donde la globalización los a llevado, han mezclado su “raíces” con las tradiciones de su nueva residencia, ahí es donde surge una cultura hibrida, que además de su tradiciones se puede considerar hibrida debido al enfoque de la situación del inmigrante, que le puede dar a ella. Porque no es igual ser un inmigrante por negocios, que ser un “mojado”.
[1] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 12.
[2] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 22.
[3] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 22-23.
[4] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 26.
[5] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 28.
[6] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 28.
[7] Según Balibar, égaliberté, es el principio de que todos los hombres son iguales en cuanto seres dotados de palabra.
[8] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 26.
[9] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 26-27.
[10] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 31-32.
[11] Jügern Habermas, Ciencia y Técnica como <> Edit. Tecnos pp. 124.
[12] Jügern Habermas, Ciencia y Técnica como <> Edit. Tecnos pp. 124.
[13] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 32.
[14] Recordando que anteriormente habíamos declarado como sinónimo a la política y a la democracia.
[15] Peter Sloterdijk El desprecio de las masas Pág. 91
[16] Peter Sloterdijk El desprecio de las masas Pág. 91
[17] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 53.
[18] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 53-54.
[19] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 56.
[20] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 19.
[21] Peter Sloterdijk El desprecio de las masas, pp. 96.
[22] Referenciado que el significado de democracia y política son sinónimos.
[23] Yuren Camarena, Ma. Teresa. Educación centrada en valores y dignidad humana. Enseñanza, 1996, 14, pp 268.
[24] Slavoj Žižek. En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid, 2007, pp. 59.
[25] Peter Sloterdijk El desprecio de las masas pp. 90.

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